Piensos certificados y animales bien cuidados: así apuesta la Cooperativa Plana de Vic por el futuro de la ganadería
En la Cooperativa Plana de Vic (CPV), la ganadería responsable se sostiene sobre dos pilares esenciales: garantizar el bienestar animal y asegurar que cada pienso sea totalmente trazable, algo posible gracias a las certificaciones tanto de Bienestar Animal como de Trazabilidad en la fabricación de piensos.
Estas acciones van de la mano para ofrecer productos seguros, sostenibles y de calidad, con total transparencia para socios y consumidores.
Bienestar animal como filosofía
En las granjas de la CPV, así como en las de nuestros socios, el bienestar de los animales no es solo una normativa: es una manera de entender la ganadería. Con el apoyo técnico y veterinario de la cooperativa, muchas explotaciones han obtenido la certificación de Bienestar Animal Welfare Quality en Bovino de leche y en porcino por OCA GLOBAL.
Esta certificación evalúa no solo las condiciones de las instalaciones, sino también la salud y el comportamiento de los animales, aportando un sello de confianza que demuestra respeto por el ganado y un compromiso real con una producción responsable.
Para los ganaderos y ganaderas, los beneficios son tangibles: menos incidencias sanitarias, mayor productividad y una imagen reforzada ante consumidores y distribuidores. Las granjas certificadas también pueden adaptarse con mayor facilidad a las nuevas normativas europeas, posicionándose como referentes en calidad y sostenibilidad.
Piensos con trazabilidad certificada
El segundo pilar de la CPV es la trazabilidad de los piensos. En la fábrica de piensos de la cooperativa se diseñan alimentos adaptados a cada especie y fase de crecimiento, garantizando calidad, seguridad y sostenibilidad.
La Trazabilidad de Piensos Compuestos está certificada por OCA GLOBAL y garantiza la existencia de un sistema de control riguroso que permite seguir el recorrido de todos los ingredientes y procesos utilizados en la fabricación del pienso, desde la entrada de las materias primas hasta la entrega del producto final al cliente (socios o consumidores).
Además, la CPV desarrolla fórmulas de pienso eficientes, logrando en determinados estadios de crecimiento una reducción del 40% del nitrógeno excretado, contribuyendo así a disminuir las emisiones de nitrógeno en los purines. Un ejemplo claro de que innovación y sostenibilidad pueden convivir en la ganadería moderna.
Una alimentación equilibrada, controlada y certificada garantiza el crecimiento óptimo del ganado y repercute directamente en su bienestar físico y emocional.
En la CPV, esta visión se aplica en todo el proceso: formulación de piensos, control veterinario, cuidado de los animales y comercialización de los productos. Es un modelo circular, en el que cada paso impacta positivamente en el siguiente.
Valor añadido para los socios y para el territorio
Formar parte de la CPV significa más garantías y más valor: acceso a piensos certificados, asesoramiento técnico para la certificación de bienestar animal y el apoyo de una organización que vela por el futuro del sector.
Para el territorio, la cooperativa es un motor de sostenibilidad y confianza, beneficiando a ganaderos, consumidores y a la sociedad en general, y reforzando a Osona como referente en producción responsable e innovación agroalimentaria.
Cuidar a los animales, garantizar la trazabilidad y apostar por la calidad no es solo una opción: es una inversión de futuro para el sector, para el territorio y para la confianza de quienes consumen los productos de la cooperativa.